La UGT de Andalucía capitaneada por Manuel Pastrana creó un software específico diseñado para defraudar. Se trataba del programa contable SPYRO, puesto en funcionamiento desde 2010, que consistía en un “control de las diferencias entre las facturas emitidas por una serie de proveedores y lo verdaderamente servido”, según consta en el sumario del caso que instruye el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla al que ha tenido acceso El Confidencial.
El sindicato justificaba determinados gastos imputables a subvenciones gracias a la emisión de facturas a UGT por parte de proveedores en concepto de servicios o mercancías que no se habían realizado o servido realmente. Para poder establecer la diferencia real entre lo facturado y lo servido el departamento de compras estableció el llamado “bote”. “Con este procedimiento se facturaron servicios y bienes recibidos por la organización sindical que no hubieran tenido cabida en las justificaciones de los distintos programas en los que UGT era la beneficiada”, indica un informe de la Guardia Civil.