No aguantan más. Altos cargos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ignoran las denuncias de funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir contra el trato de favor en adjudicaciones públicas a dedo de su presidente, Manuel Romero Ortiz, a amigos y empresarios relacionados con políticos del PP-A, como el presidente de Isotrol, José Luis Calvo, pareja de la parlamentaria andaluza Carolina González Vigo, persona muy cercana a Javier Arenas.
El 10 de febrero de 2014 un grupo de funcionarios, de manera anónima por temor a represalias, presentó un escrito, con el número de entrada EAU/002, al secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, para alertar del “desprestigio y daño tan enorme que están ocasionando” Romero Ortiz, el comisario de Aguas, Rafael Álvarez y la secretaria general, Consolación Vera. Este triunvirato al frente de la CHG ha logrado “erosionar la moral de los empleados“, según relata a El Confidencial un funcionario que lleva más de una década en el organismo.