Se estrenaban como Reyes en la Costa del Sol. Ignorada Marbella en la inauguración de Foro España-Estados Unidos, Málaga se llevó el protagonismo de Felipe VI y la Reina Letizia. En el Museo Automovilístico, entre antiguos y carísimos coches de lujo, el Rey brindó para mejorar la relación entre los dos países, justo cuando Barack Obama ninguneaba al Gobierno de Mariano Rajoy en su coalición contra el yihadismo.
El Rey Felipe comparó Málaga con California (por su “dinamismo, carácter abierto, entorno y clima”) en un menú servido con vinos de Ronda y donde el monarca, aún con matrícula L, brindó para desear una victoria española frente a Estados Unidos en el Mundial de Baloncesto. Los aplausos se mezclaron con las risas; y la presidenta de la Junta, Susana Díaz, sonrió a la antigua periodista de Televisión Española.