La UGT andaluza capitaneada por Carmen Castilla tiene paralizada desde hace diez meses la investigación interna que prometió impulsar su secretaria general en Andalucía nada más llegar al cargo, en enero de este mismo año. Según fuentes oficiales del sindicato consultadas por El Confidencial, la investigación interna iniciada cuando Francisco Fernández Sevilla aún dirigía UGT-A se detuvo con el estallido del caso de las facturas falsas que instruye la juez Alaya. ¿La explicación? “La documentación está en sede judicial”, argumentan estas mismas fuentes.
El sindicato ha presentado esta excusa para no querer saber nada de cualquier irregularidad en la etapa anterior a Castilla. Tampoco inició una ronda de preguntas o careos internos para conocer las presuntas irregularidades. La dirigente sindical estaba decidida a abrir una nueva etapa en el sindicato, pero se ha visto sobrepasada por la judicialización del caso. Ya en una entrevista con este diario el pasado mes de junio adelantó: “Vamos a vivir momentos muy complicados por asuntos judiciales”.