Todavía no está enterrado. El Ministerio deberá decidir si sigue adelante o deja aparcado de modo definitivo el dragado en el río Guadalquivir a su paso por Sevilla que cuesta 37,7 millones de euros (el 80% de fondos Feder). Se trata de una infraestructura clave y decisiva para el futuro económico de la capital andaluza, según los políticos, empresarios y sindicatos sevillanos. Y una “barbaridad ambiental” para científicos y ecologistas por su posible impacto en el ecosistema de Doñana, ya en peligro por la pérdida de agua y contaminación.