Frente al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga hay montado un circo de esos itinerantes. “La gente del circo lo hubiera organizado mejor”, soltó el pasado martes, tras hacer su examen en el palacio, una aspirante a las 91 plazas del concurso-oposición de la Diputación Provincial de Málaga. La opositora se refería al tribunal de estas pruebas polémicas en las que la institución presidida por el PP vende por cuatro euros un CD con las preguntas y respuestas de las oposiciones, como ayer avanzó El Confidencial.
Los exámenes no estaban precintados. Los test estaban directamente encima de la mesa cuando entraron en la sala, en vez de entregarse cuando los aspirantes estaban sentados, como es preceptivo. Tampoco se levantó acta ni permitieron que los opositores se llevaran a su casa la hoja del examen con sus respuestas. Todas estas anomalías las han denunciado mediante impugnaciones un grupo de opositores que esperan la anulación del proceso al que han aspirado 6.000 personas y diseñado, según su relato, “sólo para que entren los interinos como funcionarios”.