Fue una noche in extremis. El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, tuvo que ponerse el mono de trabajo para conservar las alcaldías de Granada y Almería. Moreno telefoneó el viernes por la noche a Juan Marín, líder de Ciudadanos en Andalucía, para retener Granada y sobre todo Almería, donde el candidatos de C’s, Miguel Cazorla, estaba dispuesto a dar el poder al PSOE.