-Mira, ahí hay algo- suelta Pedro Muñoz, sargento de la Guardia Civil.
Coco, de seis años, no para de dar vueltas al vehículo que acaba de parar en el control del Puerto de Algeciras. Coco es un perro antidroga negruzco, como una hiena manchada, y detecta hachís en una furgoneta. Su dueño se llama Antonio Juan García Fernández y ha estado 18 días en Asilah (Marruecos). Tiene 57 años y aparenta diez más como mínimo. Luce un tatuaje del apache Gerónimo en su hombro derecho. “Yo no llevo nada de droga”, se excusa, pero Coco entra y sale del habitáculo. Olfatea el hachís y el guía, también. Voilà! Era una simple china, “de hace unos días, de unos chavales que se montaron y fumaban”, explica Antonio Juan.