La Junta de Andalucía utilizó la Administración paralela para financiar las entidades locales (ayuntamientos, diputaciones y mancomunidades) y así evitar el control presupuestario en el plan de cooperación municipal 2009-2013, según un informe de 68 páginas de la Cámara de Cuentas de Andalucía. La ejecución de los trabajos acabó en junio de 2014.