Wajne llegó hace ocho años a España en una patera junto a una decena de compatriotas. Trabajó en los invernaderos almerienses y ayer apenas llevaba cinco euros en el bolsillo. Estaba en paro y ahora es millonario. Gracias a un décimo de Lotería. Esta es la historia mínima de un senegalés que a las 12 de la mañana no sabía cómo iba a pasar las Navidades. Apenas trece minutos después, gracias a las niñas Lorena Stefan y Nicol Valenzuela, su vida le había cambiado por completo. El Gordo de la Lotería (el número 79.140, con 452 millones de euros) inundó de irremediable felicidad a Roquetas de Mar, un municipio almeriense –el segundo más grande la provincia–, de 97.000 habitantes (200.000 en verano).