Está totalmente terminado desde hace tres años y cerrado por falta de una vía de acceso de apenas 500 metros y el enganche de la luz. La infraestructura sanitaria costó 23 millones de euros, y el mantenimiento y el coste del personal se elevaría a 20 millones de euros anuales más otro seis millones de equipamiento tecnológico. Así no funciona el hospital ‘fantasma’ de Málaga.