El amianto. El Parlamento Europeo lo declaró en 1978 elemento cancerígeno laboral. España desoyó en 1984 las peticiones de los médicos para que se prohibiera su utilización industrial tras detectar numerosos casos de cáncer en la década de los setenta. La prohibición no llegó hasta 2002. Pero, 14 años después, el amianto continúa minando la salud de las personas en este país. La Plataforma Amianto Cero calcula que podría causar 100.000 muertes en los próximos años en España.