Las comilonas de la Feria de Sevilla y un gran surtido de facturas presuntamente falsas de UGT Andalucía han recibido un inesperado indulto por parte de la Audiencia Provincial de Sevilla. La gran perjudicada es la juez Mercedes Alaya, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la capital andaluza, quien ve cómo una parte importante del caso de la UGT se queda fuera de su jurisdicción.
La explicación aportada la Audiencia Provincial de Sevilla para arrebatarle esta pieza clave de la causa del sindicato es que no existe conexión alguna con los ERE falsos y la partida 31L, el llamado fondo de reptiles que denunció Francisco Javier Guerrero, exdirector general de Trabajo de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía. Una cena de abril de 2010 en la Feria de Abril de Sevilla, a la que acudieron 150 personas con posterior barra libre, sufragada en su integridad, por un importe de 12.716, 23 euros, es uno de los principales casos que ya no investigará Alaya por decisión de la Audiencia.