Golpe en la mesa. Mariano Rajoy no quiere ninguna injerencia. Y lo que más detesta es que le marquen la agenda, que le digan que ya tiene tomada una decisión, cuando él aún no lo sabe. Mucho más si se trata del frenazo al casting del PP andaluz. En el Comité Ejecutivo de ayer en Génova sorprendió la claridad que mostró el presidente del PP: “Sobre los plazos, el calendario y las personas nada es cierto”. ¿Consecuencia? Javier Arenas y María Dolores de Cospedal se pelean por lanzar a sus propios candidatos.
Cospedal creía que la propuesta que pondría encima de la mesa a Rajoy sería aceptada por este. Por eso, daba por hecho que su candidato ideal –José Luis Sanz, secretario general del PP-A y alcalde de Tomares (Sevilla)- sería finalmente quien sucedería a Juan Ignacio Zoido como presidente y candidato a la Junta de Andalucía. Zoido ya anunció el sábado en el Consejo de alcaldes de los populares andaluces que dejaría el cargo, aunque no especificó cuándo.