Después de tres años de bronca permanente entre José Antonio Griñán y Diego Valderas, ahora escenifican un matrimonio de conveniencia en el que se avecinan nubarrones ante la evidente falta de entendimiento de ambos líderes políticos andaluces. Valderas ha intentado borrar el disco duro de sus duras intervenciones parlamentarias y televisivas contra el líder del PSOE-A, al que acusó de “comulgar con los aspectos más genuinos de la economía liberal”.
El nuevo Parlamento se estrena esta mañana con el primer acuerdo, un tanto trastabillado, al que llegaron ayer por la tarde el Gobierno social-comunista. El protagonista fue el flamante nuevo presidente del Parlamento andaluz: Manuel Gracia, exportavoz del PSOE en los años duros del chavismo y relegado por Griñán en 2010, quien asumió el pasado 13 de febrero la dirección de la gestora del PSOE sevillano, tras la abrupta dimisión de José Antonio Viera.