Me la encontré el sábado por la noche en la entrada del teatro Echegaray. Rosa María Calaf es jurado de la sección de documentales del Festival de Cine Español de Málaga. «Rosa, ¿te vienes el martes a la Facultad?». «Encantada, me lo apunto».
Vimos Perro largo, un espléndido documental sobre un mítico pescador de Acapulco. Merece la pena la historia que cuenta. En El Pimpi no nos dejaron pagar. Se fotografiaban con ella. La quieren. La queremos. Jamás olvidaré el consejo profesional que me dio el pasado sábado paseando por la calle Alcazabilla.
El martes, cuando la recogí en mi nipónauto en la puerta del hotel Málaga Palacio, ya tenía completa su agenda de toda la semana. Su charla en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, cautivó a los alumnos. Generosa, cercana. Reportera de una pieza. Íntegra. «Tener a un icono en clase ha sido una gran experiencia», escribe una alumna en su Twitter.
Nadie mejor que ella para hablar del reporterismo en televisión. Rosa María sigue dando lecciones. Mis alumnos sé que no olvidarán una charla magistral de una persona, una periodista en vías de extinción. Calaf, allá donde va, triunfa.
Un pensamiento en “Rosa María Calaf en clase”