David Jiménez sigue con la misma ilusión y las mismas ganas de “dar voz a aquellas personas que no pueden hablar”, para él, la mejor profesión del mundo, dura pero fascinante, como él dice “No hay ningún trabajo que se pueda comparar, conoces a gente diferente y vives momentos históricos». Para Jiménez, ser corresponsal significa tener “los ojos del mundo en lugares que están en completa oscuridad”.
Es un extracto de la reseña de la web de la Fundación Manuel Alcántara de la charla que ha impartido hoy David Jiménez, corresponsal de El Mundo en Asia, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga.