Perfil / El juerguista mayor de Estepona
El alcalde higiénico que ensució la ciudad
MEDICO alergólogo, Barrientos se decía vacunado contra cualquier corruptela y se le llenaba la boca de exabruptos contra las autoridades de la vecina Marbella. Al tomar posesión de la alcaldía de Estepona, prometió honradez y limpieza. Tenía otra virtud además de no predicar con el ejemplo: simpático y gran juerguista, no perdía oportunidad para echarse amigos muy importantes. Eso sí, nunca pagaba él.
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El anterior texto lo firmé ayer, junto a la periodista Ana María Ortiz, en CRÓNICA, el suplemento de reportajes de EL MUNDO. Dos páginas con fotos de Barrientos con sus amigos famosos: José Ramón de la Morena, Javier Rojo, Fonsi Nieto…
P.D: José Carlos Villanueva y Marga García publicaron en EL MUNDO de Málaga muchos trapos sucios de Barrientos. Su trabajo de investigación se ve respaldado ahora por la Fiscalía.
¿Existe alguna posibilidad de ver el artículo por internet?
Un abrazo
Ya veo que no compras el periódico en papel… Tú te lo pierdes…
Y también compruebo que no has hecho «click» al enlace en azul con el título del reportaje. Pincha ahí y verás el artículo.
Misión cumplida, lo he leido.
Ciertamente bueno y muy interesante. No sabía yo que Barrientos sufría el sindrome de Peter Pan. Si viviese en Málaga iría a Casanova o algo por el estilo.Menudo alcalde…
Felicidades y un abrazo.
Pd: mira el correo que te he mandado, que te puede interesar.
Tengo más munición informativa de la vida del alcalde. Quizá lo publique en el periódico. O en el blog. O me lo reserve para otro momento. Barrientos los tenía a todos engañados. Le creían muchas cosas, pero incapaz de chanchullos. La jueza del caso Astapa está claro que los ha visto a miles.
creo que a poco que te pasees por los pueblos de España vas a encontrar alcaldes como Barrientos a montones.. esta claro el poder corrompe o hay que estar corrompido para alcanzar el poder.., que fué antes el huevo o la gallina?
en fin creo que lo extraño sería encontrar uno decente.., la corrupción parece ser algo innato al puesto…, en política, en las empresas y en la vida en general