Es uno de los mejores columnistas españoles. Aprendí mucho de él en mis inicios en EL MUNDO. Cubrimos juntos un concierto de los Rolling Stones. Coordinaba el cuadernillo de Andalucía y me hacía indicaciones de cómo tenían que ir mis informaciones y si acertaba o no con el enfoque de los reportajes y crónicas, en las que él siempre ha sido un auténtico maestro. Charlar con Camacho es una delicia y leer su columna, a diario, casi siempre por Internet, no en papel, es uno de los mayores placeres de la jornada.
Tiene una prosa muy fluida, utiliza un sólo tema y tiene las citas justas, necesarias. Él es un Umbralito. Lo dijo él cuando nos dio una clase a los alumnos de Periodismo de la Facultad de Málaga. Y ahora acaba de ganar el Premio González-Ruano, uno de los más prestigiosos de la prensa española, precisamente por un artículo de Umbral. Umbrales.