Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, benefició al comprador de su casa de Sevilla, el empresario Rafael González Cobos, con una “permuta encubierta” de bienes de la entidad Cajasol que presidía por acciones del Grupo Inmobiliario Ferrocarril, propiedad de González Cobos, según consta en una denuncia ante la Fiscalía de Sevilla presentada el pasado 24 de febrero por el Observatorio de la Ciudadanía contra la corrupción y a la que ha tenido acceso El Confidencial (ver documento).
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