Me enseñaste una nueva mirada. Entendí que la vida es solo un instante. Devoré recuerdos futuros. Incluí en mi lista aquella llamada de madrugada que me salvó de un irremediable huracán emocional. Sé que soy ahora, aunque quizá me crea el de ayer.
Atesoro momentos contigo, más luces que sombras, o al menos me quiero quedar con tu luz temprana del día por estrenar. Lo que tú sabes, porque lo hemos hablado, porque lo hemos sentido, porque lo has visto.
Hoy he salido a la calle con más ganas de vivir. Esta tarde te escribo. Y esta noche serás polvo pretérito cuando la última campanada del reloj me diga que eres apenas pasado, un mundo por el que ya solo viajaré a través de la memoria.
Ayer y hoy. Mañana… ojalá!
Feliz año 2022. Feliz vida!!
Con todos nuestros mejores deseos.
¡Muchas gracias, Carolina! ¡Y Feliz Año para ti y toda tu familia! Un abrazo fuerte