A media tarde, mientras atendía llamadas al móvil, recibí un correo electrónico con remitente empresarial. Pensé que sería otro envío más sin alma. Estaba equivocado. Inmediatamente me di cuenta que esa persona me conocía desde hace tiempo. Por el diminutivo de mi apellido sólo me suelen nombrar los compañeros, entrañables, vívidos, de Diario 16. «Desde […]