«¡Loco, loco!», gritaban. Con 41 años, yo era de los más jóvenes. Bueno, a escasos 20 metros, detecté a otro -incluso- más: un ya antiguo alumno de Periodismo que peina 22 añitos. Loquillo es un chulo de categoría. Juega en el escenario como si fuera su último concierto, en una suerte de equilibrio entre las […]